lunes, 19 de abril de 2010

ECONOMIA Y SOCIEDAD: CONTINUIDAD Y CAMBIO


En este capítulo observamos que el autor tiene como fin darnos a conocer en primer lugar la marcada continuidad en las estructuras económicas que se dieron en comparación con el porfiriato, menciona que hubo cambios los cuales no se dieron de forma rápida sino con el transcurso de los años hasta llegar al periodo de Lázaro Cárdenas.
El cambio que se dio, se vio marcado por una elite política que era la de los científicos, esto vale también para las relaciones entre el Estado y el movimiento obrero, que ya durante los años veinte anunciaban los elementos corporativistas del sistema político y social posrevolucionario.
El texto de Hans Werner se divide en tres aspectos; el primero nos habla del desarrollo económico que se da en el periodo de 1910 a 1935 en el que México dentro de este periodo revolucionario estuvo caracterizado por una destrucción y desorganización que trajo de la mano una afectación en los distintos grados de todos los sectores de la vida económica en México.
Esta afectación cabe mencionar que no se dio en todo el país sino mas bien se deben establecer diferencias en el aspecto temporal y regional, en las que las zonas más afectadas fueron las regiones del norte y la parte sur del centro, las actividades más dañadas fueron el de la minería, la producción de algodón, la cría de ganado y la producción de azúcar, esto se debió a que también hubo afectaciones en las vías de comunicación terrestres modernas y se tuvo que transcurrir a las tradicionales.
Tales afectaciones fueron de manera temporal, después de 1916 la producción minera volvió a aumentar bajo la influencia del incremento en la demanda debido a la guerra. Diez años mas tarde se dio una aceleración grande dentro del crecimiento económico y es que en ese año la agricultura y la ganadería volvieron a alcanzar el monto de la producción prerrevolucionaria.
Pero no todo eran buenas noticias, en el sector petrolero hubo una disminución en la producción debido a la explotación de nuevas fuentes de petróleo fuera de México, tal es el caso de Venezuela, otra mala noticia era el ver que el sector de exportación sufrió otro derrumbe mas fuerte a consecuencia de la crisis económica mundial de comienzos de los años treinta.
La economía volvió a renacer o más bien no cayó en lo más hondo, debido a las inversiones de extranjeras que se intensifico hasta la era cardenista.
El segundo aspecto nos va a hacer mención del control sobre el país mediante la economía por parte de los científicos prerrevolucionarios y también los sonorenses especialmente calles y sus consejeros económicos. El esfuerzo por recuperar la soberanía nacional en el campo de la economía no solo constituyo la base política mexicana en la controversia petrolera, sino que caracterizo de manera general las nociones económicas del régimen sonorense. Dentro de esta ideología salía a la luz el grande desacuerdo de la inversión de capital extranjero, que si bien eran necesarias deberían estar regidas por un reglamento que fuera aplicado conforme a las necesidades del país.
Dentro de todas estas cuestiones el Estado juega un papel importante, ya que el va a ser el actor principal dentro de la economía, que sería caracterizado por la importancia de dar capital de inversión, el Estado se presenta inevitablemente como único interprete del interés público, y empieza a definirse en esos años como una institución, con responsabilidades económicas directas y muy amplias, provisto de una autoridad muy peculiar.
El tercer aspecto nos va a hacer mención de la formación de una nueva clase la cual se le va a denominar con el nombre de Burguesía revolucionaria y que es derivada o emergida del grupo de los líderes revolucionarios victoriosos del norte los conocidos como sonorenses, esta clase no transformo de forma total la clase prerrevolucionaria alta solamente ya que mas antes esta perdió su control político por la revolución,. No obstante, el análisis de la formación de esta burguesía revolucionaria es de gran importancia para una comprensión más profunda de la actitud de la nueva clase dirigente política y, con ello, del rubro revolucionario específicamente sonorense.
En relación con ello se mostrara ahora como la carrera militar y política de sus integrantes con gran frecuencia implico también su rápido ascenso a la clase de los latifundistas, banqueros, concesionarios, comerciantes e industriales.


Werner Tobler, Hans, La Revolucion Mexicana, Transformación social y cambio politico 1876-1940, México, Alianza editorial-Editorial Patria, 1994, p. 525-558.